“El sabio no dice todo lo que piensa, pero siempre piensa todo lo que dice”. Aristóteles (384-322 AC) Filósofo griego.
Este caso va a centrarse en algunos de los diferentes generadores de discurso que, por un lado, condicionan la acción pública y, por otro, tratan de influir en el funcionamiento de la agenda política. Un buen ejemplo lo constituyen los THINK TANKS.
Un think tank o “tanque de pensamiento” (si traducimos literalmente) es una institución investigadora u otro tipo de organización que ofrece consejos e ideas sobre asuntos de política, comercio e intereses militares. El nombre proviene del inglés, por la abundancia de estas instituciones en Estados Unidos, y significa “depósito de ideas”. Algunos medios en español utilizan la expresiones “laboratorio de ideas” o “fábrica de ideas” para referirse a los think tank .
La Fundación del Español Urgente (Fundéu BBVA), que trabaja con el asesoramiento de la Real Academia Española (RAE), recomienda emplear términos españoles como “laboratorio de ideas”, “instituto de investigación” o bien el “comité de expertos” con preferencia a la voz inglesa think tank.
Los “laboratorio de ideas” a menudo están relacionados con laboratorios militares, empresas privadas, instituciones académicas o de otro tipo. Normalmente se trata de organizaciones en las que trabajan varios teóricos e intelectuales multidisciplinares que elaboran análisis o recomendaciones políticas. Un “laboratorio de ideas” tiene estatus legal de institución privada, normalmente en forma de fundación no comercial. Los “laboratorio de ideas” defienden diversas ideas. Sus trabajos tienen habitualmente un peso importante en la política, también en la opinión publica, particularmente en Estados Unidos.
Aunque, personalmente, prefiero referirme a los think tank como “cajas pensantes”, ya que se acerca más a la traducción literal, sin llegar a sonar tan trasgresora como ella, a mi parecer. Además, de que “mi término” es más próximo a la realidad de lo que son: Grupos de personas, reunidos en una/s habitación/es (de ahí que me guste llamarlo “cajas”), que aportan ideas políticas y/o análisis sobre cuestiones económicas y/o evaluación de estrategias militares.
En inglés coloquial, think tank significa “cerebro” pero el concepto moderno de la palabra tiene un origen militar. Durante la Segunda Guerra Mundial se refería a un local o recinto cerrado en el que científicos y militares se reunían para debatir asuntos estratégicos. Enlazando con esta tradición, se considera que la RAND (Research and Development Corporation), una sociedad creada por el general Henry H. Arnold en 1948, fue el primer think tank en la acepción actual del término.
Los primeros think tanks surgieron con el propósito de introducir los nuevos conocimientos de las ciencias sociales en la gestión de los asuntos públicos. Sus responsables creían que la aplicación de los métodos de análisis científico de la economía o la sociología iban a resolver de manera infalible los problemas que generaban la complejidad de la Administración pública, el desarrollo urbano, el aumento de la población o el crecimiento económico.
Según se señala en la Guía, los centros españoles han ido ganando terreno lentamente, pero aún distan mucho del referente estadounidense, donde se han convertido en los grandes animadores del debate público. Para volver productiva una élite de opinión hacen falta dos cosas, señalan desde la Fundación Ciudadanía y Valores; analistas punteros y una ciudadanía y una clase política dispuestas a escucharlos, situación que en España todavía no estaría del todo arraigada.
Parafraseando a Marta Tello, autora de la Guía, podemos decir que el papel de los think tanks es: “concienciar a los ciudadanos de su responsabilidad en la política y a los políticos de su responsabilidad de con sus ciudadanos”.
Actualmente, existen más de 5.000
think tanks en todo el mundo, de los cuales 1.776 se encuentran en EE UU. Le siguen Reino Unido con 283 y Alemania con 187. En España, la primera de estas instituciones fue la
Fundación Pablo Iglesias, nacida en 1926, creada para la difusión del ideario socialista.
Centrándonos en FAES e IDEAS, tal como se nos requiere en la práctica, podemos decir que son think tanks del tipo de “advocacy thinks tanks”.
Las siglas FAES significan: Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales. Es una fundación privada sin ánimo de lucro que trabaja en el ámbito de las ideas y las propuestas políticas.
Vinculada al Partido Popular desde su creación, en 1989, la Fundación FAES está presidida por José María Aznar.
FAES es un gran laboratorio de ideas y programas cuya vocación es nutrir el pensamiento y la acción política del centro liberal y reformista.
Al servicio de España y de sus ciudadanos, FAES busca fortalecer los valores de la libertad, la democracia y el humanismo occidental. El propósito es crear, promover y difundir ideas basadas en la libertad política, intelectual y económica. Ideas capaces de ofrecer alternativas políticas y de pensamiento diferentes a las del socialismo. Ideas susceptibles de ser asumidas por los responsables políticos y transformadas en programas de acción política.
Para ello, FAES organiza foros de discusión, seminarios, conferencias, campus de verano y cursos de formación. Edita publicaciones electrónicas, libros, una revista,
Cuadernos de Pensamiento Político,
Papeles FAES, y
libros de la Fundación y de la editorial Gota a Gota. Además, la Fundación desarrolla una amplia actividad de relaciones internacionales con otras fundaciones y
Think Tanks de Europa, Estados Unidos e Iberoamérica, así como con pensadores y académicos de todo el mundo
.
La Fundación Ideas para el Progreso, también conocida simplemente como Fundación IDEAS, es un instituto de pensamiento político o think tank español que trabaja en torno a las ideas y propuestas políticas del Partido Socialista Obrero Español (PSOE). En este sentido, integra a las fundaciones ligadas al PSOE que fueron creadas con anterioridad.
"IDEAS" es un acróstico cuyas letras son las iniciales de Igualdad, Derecho, Ecología, Acción y Solidaridad, conceptos que son referencia del ideario socialdemócrata de este laboratorio de pensamiento político.
Está presidida por José Luis Rodríguez Zapatero, aunque el máximo responsable de la fundación es su vicepresidente ejecutivo, Jesús Caldera.
Tiene como objetivo prioritario aportar nuevas ideas progresistas al debate político y social en un mundo en cambio permanente. Su misión consiste en señalar retos y oportunidades, prevenir problemas y aportar posibles soluciones que los resuelvan, soluciones novedosas e imaginativas, pero también rigurosas desde un punto de vista científico y políticamente aplicables.
La Fundación Ideas integra a:
El Instituto Jaime Vera se encarga de la formación permanente de cuadros progresistas, tanto presencial como on-line, trabaja en las áreas de liderazgo y comunicación política, e incide en otros ámbitos de política general como economía, igualdad y derechos sociales.
El Instituto Pablo Iglesias diseña, impulsa y ejecuta programas de cooperación internacional. Promueve y difunde los valores y la cultura democrática, el fortalecimiento institucional y de los partidos políticos y la gobernabilidad democrática.
El Instituto Ramón Rubial centra sus actividades en la promoción y defensa de los derechos de los españoles en el exterior y de los ciudadanos extranjeros residentes en España, favoreciendo la plena integración.
Consejo de Progreso Global se compone por líderes políticos y pensadores de talla mundial, constituyen un órgano de asesoramiento estratégico de la Fundación IDEAS.
Ambas fundaciones acometen la tarea de generar discursos a sus respectivos partidos políticos. En cuanto a la financiación, al contrario que los think tanks norteamericanos, es casi exclusividad de fondos públicos, a través de subvenciones, pero también se acogen a un sistema de donaciones que pueden hacer los diversos actores privados.